España es el tercer país de Europa con más pobreza infantil, solo por detrás de Rumanía y Bulgaria. Y lo dice Save the Children, que es una organización muy próxima a la ideología globalista.
En España demasiados niños son pobres, y lo peor es que son adoctrinados en que su hambre nunca jamás es culpa de ideologías que ya han fracasado estrepitosamente en otros países.
La ley Celaá y todas las que le han precedido, han ido destrozando sucesivamente el sistema educativo español, y ahora además, empobrecen a la infancia a un ritmo alarmante. Y todo apunta a que en vez de mejorar, la situación seguirá empeorando si los progenitores no se enfrentan a la instrumentalización maliciosa de sus hijos perpetrada por políticos desaprensivos, empobrecedores y manipuladores de la infancia.
Es necesario plantarle cara a cualquier Estado adoctrinador y empobrecedor infantil. Porque nos jugamos nuestro futuro como país.

