Otra vez el alumnado de Fuerteventura bajo el yugo adoctrinador canario

Cuando aún no se han acallado los ecos de la imputación por el delito de odio contra la profesora de lengua de Fuerteventura Aurelia Vera (Caso Ore Vera), el entramado adoctrinador canario arremete otra vez contra niños indefensos, aprovechándose vilmente de esos momentos en los que no están bajo la protección de sus padres, para inculcarles ideología que nada tiene que ver con la igualdad, ni con la tolerancia. En realidad es todo lo contrario: les inculcan odio hacia sus cuerpos, odio a la biología y odio hacia sus propias familias cuando sus padres les orientan en el sentido moral y natural de la vida.

Esta vez quieren inculcar contenidos afectivo- sexual a niños de 2º. y 4º. de primaria, es decir, menores de 7 y 9 años que deberían estar alejados de los delirios sexuales de los adultos.

La iniciativa proviene del Gobierno de Canarias a través, cómo no, de una de esas ONG a la que colman de dinero público, como ocurre con la Fundación Triángulo y otras por el estilo.

Han abierto el plazo de convocatoria para que sean los propios centros educativos los que pidan que vayan a adoctrinar a sus alumnos. Esperamos que nadie formule dicha petición, no obstante sabemos que si nadie lo solicita, ellos igualmente se van a presentar en los colegios o llamarán directamente para presionar a la dirección o a las AMPAS de los centros educativos, porque cuando hay tanto dinero público destinado a una agenda de género y LGTB corrupta, estos grupos de presión siempre terminan cruzando la línea y convirtiéndose en estructuras mafiosas, utilizando todo el poder y recursos de la Administración contra los propios ciudadanos, y contra los menores indefensos en particular. Casos como el de los abusos a menores tuteladas en Baleares, o en Valencia donde Monica Oltra actual vicepresidenta, portavoz y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalidad Valenciana, utilizó todos los recursos institucionales para tapar los abusos a menores cometidos por su exmarido. ¡Y es portavoz y consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas!

Lamentablemente estas estructuras corruptas se multiplican y adoptan siempre el mismo esquema engañoso, con nombres rimbombantes como «inclusión, diversidad o igualdad», que en realidad son todo lo contrario y esconden oscuras intenciones, como es la de blanquear la pederastia o empujar a los menores a prácticas homosexuales en nombre de la «diversidad».

Los menores escolares de apenas 7 o 9 años NO necesitan que en el colegio se les hable de prácticas afectivo-sexuales. Necesitan más matemáticas, ciencia y comprensión lectora.

De cuestiones afectivo-sexuales deben hablarles su padres y familares, nadie más, porque son los que mejor conocen al menor, su grado de madurez y cuál es el momento idóneo para hablarles de estas cosas.

¡Dejad a los niños en paz!

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